lunes, 21 de julio de 2014
VIE 15, SAB 16 y DOM 17 AGO | Y llega el loco, el Festipulenta vol.22
Ta loco el Festipulenta. Siempre yendo por más, nunca quedándose quieto (porque, como nos enseñaron unos maestros, la dicha se obtiene en movimiento) llega el volumen 22, el loco, y lo celebramos como celebramos cada ocasión: con todo. En un año que ya nos regaló varias alegrías, vamos por más: tres días, doce bandas, una (otra) visita internacional, cinco (¡si, cinco!) debuts, el regreso de viejos amigos y la hermosa locura de siempre.
En este caso, con el regreso de viejos amigos que no nos visitan desde hace mucho, como Viva Elástico. Lejos ya de aquel entrañable debut en febrero de 2009 (fueron la primera banda en tocar alguna vez en un Festipulenta), los de Adrogué ya editaron dos adorables LPs, sonaron en las radios, salieron en todas las revistas y suples de rock, y ahora vuelven a esta casa para compartirnos su repertorio maravilloso de pop guitarrero y estribillos inolvidables. ¡Hijos pródigos!
Junto a ellos, dos de las bandas con mejor actualidad de la ciudad: Bestia Bebé (¿acaso 'la' banda del 2014?) y los neuquinos radicados de Atrás Hay Truenos, que vienen de abrirle nada menos que a Yo La Tengo y están grabando el sucesor del excelente Encanto. Para abrir la velada, el debut de otro crédito de zona sur: los Toquelau, que vienen pisando fuerte con las bellísimas melodías de La Escalera, su muy bien recibido segundo disco.
La segunda noche, en tanto, contará con una particularidad: todas bandas con formaciones atípicas, encabezadas por un clásico del Festipulenta como Fútbol. El trío porteño estará escoltado por tres grupos que debutan en el nuestra casa: el dúo chileno de Perrosky (un antiguo anhelo cumplido), que llega a Buenos Aires para incendiearnos con su folkrock de raíz; los maravillosos Sombrero, supergrupo que lleva a Morricone de paseo por la Quebrada de Humahuaca; y para comenzar la velada, Gualicho Turbio, trío experimental de psychobilly psicótico, que suena como Bo Diddley pasado de pastillas.
Valentín y los Volcanes, por su parte, estarán cerrando por primera vez un Festipulenta en la fecha del domingo. Y tendrán una compañía de lujo. Por un lado Adrián Paoletti, que acaba de editar Los mandos no responden, aumentaré la potencia al máximo, uno de los discos (¡y títulos!) del año, quizás el mejor de su larguísima carrera que atraviesa tres décadas. Por el otro, Riphle, la banda más ruidosa de la ciudad, que vuelve a visitarnos a puro noise guitarrero americano. Y para abrir, otro debutante, Abril y los Pajaritos Zombies, crédito de Dojo Discos, que también transitan el camino del indie distorsionado que tanto nos gusta y hace rato tienen ganado su lugar en el Festi.
Como siempre, también estarán los amigos, la feria, la barra a precios sumamente accesibles y la música para bailar después de las bandas. El Festipulenta vólumen 22, tan pulenta como siempre pero más loco que nunca. Los esperamos.
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